La biopsia renal se utiliza para extraer una pequeña muestra de tejido del riñón para su análisis. Es una herramienta fundamental en el campo de la nefrología para ayudar a confirmar o descartar sospecha de diversas enfermedades renales, como glomerulonefritis, pielonefritis, rechazo de trasplante renal, entre otras.
Requiere estudios de laboratorio de tiempos de coagulación y ayuno mínimo de 6 a 8 horas.